Editorial del programa Razón de Estado número 312.

Los venezolanos, en Venezuela y en el mundo, los que quieren libertad, deben seguir dando la batalla de su vida por su libertad, su democracia y su futuro. Están más cerca que nunca de la tercera victoria, que es alcanzar el poder. Las dos primeras batallas, la espiritual y la política, ya las ganaron hace tiempo y por paliza.     

Los gobiernos criminales del planeta están apostando para que la tiranía del capo Maduro, que está cada día más podrido, se quede y se imponga. Para ellos, es de máxima importancia geopolítica y estratégica que la dictadura siga en Venezuela.

En nuestro continente, los gobiernos de Brasil, México y Colombia están jugando un papel sucio y cómplice, vergonzoso, casi criminal. Lula, AMLO y Petro, populistas, autócratas frustrados y corruptos, con esto, pasarán a la historia como los mamarrachos pajes de Pekín, Moscú y Teherán.  

Si el ejemplar juicio de Nuremberg en 1945 contra los nazis genocidas fue el primero en la historia por crímenes cometidos contra la paz y de lesa humanidad, en 2024 la comunidad internacional debe reivindicar en Venezuela la decencia y la dignidad que alguna vez tuvo.     

Los crímenes que se deben condenar y castigar han sido calculados y cometidos malignamente de una manera tan brutal contra el pueblo venezolano que las naciones civilizadas del mundo no pueden, no deben, ignorar su juicio, su condena y su castigo.  

Los criminales de la dictadura en Caracas son y representan las peores corrientes, influencias y alianzas que existen en el planeta. Sus cómplices y socios son las tiranías en otras geografías, sociópatas criminales como ellos. Juntos representan la violencia, la represión y el terrorismo. La crueldad y la arrogancia del poder totalitario. Ellos son ausencia de libertad, muerte y desolación.

Si la comunidad internacional quiere paz, respeto y justicia en el mundo, no puede ni debe permitir que continúen los secuestros, la represión y los asesinatos de Estado en Venezuela. Y si no quiere que esta barbarie se repita en Occidente, la condena y el castigo deben ser un precedente ejemplar.

Este es el momento de la Venezuela que quiere libertad. Este es el momento en que el pueblo venezolano debe hacer que se respete su voluntad, a cualquier costo. Este es el momento de la libertad y la democracia para Venezuela.

La tercera victoria está cerca y, por eso, la lucha debe ser hasta el final, por la libertad de Venezuela.