335. Dionisio Gutiérrez: El valor fundacional de las naciones

Enero 24, 2025
FacebookMessengerWhatsappTwitterShare
335. Dionisio Gutiérrez: El valor fundacional de las naciones

Editorial del programa Razón de Estado número 335.


América Latina es la tierra donde vivimos 663 millones de latinoamericanos, de los cuales 172 millones son pobres, pero suman casi 400 millones de seres humanos los que son vulnerables: por ingresos limitados, por falta de oportunidades, por la inseguridad y por las dificultades que enfrentan para llegar al final de cada semana.

Pasan los años y uno se pregunta: ¿por qué nos cuesta tanto resolver, avanzar y evolucionar, si somos una región colmada de riqueza? 

La causa es nuestro subdesarrollo político, el peor de los subdesarrollos, que se manifiesta en la incompetencia y la corrupción de los políticos, en su ignorancia o mala fe para no aceptar que solo en democracia republicana, con leyes que se respetan y en libertad, se pueden construir sociedades prósperas.  

Por eso dan tanta rabia y coraje los cavernícolas salvajes que usurpan el poder en Venezuela. Son una banda de narcos asesinos que violan todos los días los derechos humanos de 30 millones de venezolanos.

Estos rateros son la expresión más repugnante, despreciable e inmunda de nuestro subdesarrollo político. Por eso, el final de su criminal narcotiranía está cerca.  

El futuro de la democracia en América Latina depende de la restitución de la democracia en Venezuela; por eso, la comunidad internacional debe cumplir con los compromisos asumidos para defenderla.   

Si a los gobiernos de México, Brasil y Colombia les queda un poco de vergüenza, deben rectificar su posición para dar a Edmundo González Urrutia, presidente legítimo de Venezuela, el apoyo, el respeto y el reconocimiento que Sheinbaum, Lula y Petro habrían exigido si a ellos les hubieran robado su victoria en las urnas.    

América Latina puede alcanzar desarrollo y bienestar, pero debe ser mejor gobernada. En 2025 se tendrán elecciones en 4 de nuestros países, de los cuales el que más peligro afronta es Bolivia, por los nexos del delincuente y autócrata Evo Morales con la narcotiranía de Caracas.

Los ciudadanos y las élites de esta maravillosa región a la que llamamos América Latina debemos convertirnos en activistas y defensores permanentes, disciplinados y comprometidos con los valores y los derechos que nos permiten acceder a oportunidades para trabajar, para vivir en paz y alcanzar bienestar.

El primero de esos derechos es la libertad, que también es el valor fundacional de las naciones exitosas. 

FacebookMessengerWhatsappTwitterShare