304. Dionisio Gutiérrez: De héroes y la cloaca de la historia

Junio 24, 2024
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304. Dionisio Gutiérrez: De héroes y la cloaca de la historia

Editorial del programa Razón de Estado número 304.

Hace unos días, en la celebración del día D en Normandía, Francia, don Melvin Hurwitz, un veterano de la Segunda Guerrea Mundial, con 99 años de edad, desde su silla de ruedas pidió que le presentaran al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.

Cuando lo tuvo en frente, el viejo veterano intentó besar la mano del presidente, y le dijo, usted es el salvador de su pueblo. Zelensky, emocionado y con la voz quebrada, lo detuvo, y le respondió, no, no, Señor, usted salvó Europa. Soy yo quien debe darle las gracias; y fue el presidente quien besó la mano al viejo veterano de la Fuerza Aérea americana, y le dijo, usted es nuestro héroe.

Los horrores que se vivieron en las guerras mundiales no son muy distintos a los que vive hoy el pueblo ucranio. Las invasiones y las agresiones criminales suceden siempre a causa de las mismas bajas pasiones, infamias y traiciones.

La historia ha producido en cada generación uno que otro sociópata asesino con resoplos imperialistas. Enfermos de mente y corazón. Engendros a los que la vida no enseñó a respetar la vida, ni los derechos ni las libertades de los demás. Siempre terminan en la cárcel, en el paredón o en el suicidio; y en la cloaca de la historia.   

No es casualidad que las generaciones que sobrevivieron a estos criminales en dos guerras, una epidemia y la gran depresión económica en los primeros 50 años del siglo XX fueron quienes diseñaron y construyeron los segundos 50 años del siglo pasado; 5 décadas consideradas como el mejor ciclo en la historia de la humanidad.

Los años malos, los que duelen, los que dejan muerte y desolación, forman y educan hombres y mujeres con carácter, temple y determinación. Quienes construyeron el Occidente libre y desarrollado en el siglo XX respondieron a los desafíos de su tiempo con sacrificios y trabajo honrado, en libertad. Una libertad que costó millones de vidas.   

Al paso que vamos, con lo que las actuales generaciones estamos haciendo al mundo que nos heredaron, hará falta una nueva élite de héroes, de estadistas, de próceres, que vengan al rescate de la política; de la decencia, el honor, la dignidad; de los valores. De lo que dejemos sin demoler.

A sus 99 años, el héroe veterano de la Segunda Guerra Mundial que quiso besar la mano de un héroe de nuestro tiempo ya no verá si destruimos o si rescatamos el mundo por el que él dio su vida; y aunque estará para siempre en el pedestal de la historia, don Melvin tampoco verá a los que, esperemos, algún día, sean los héroes veteranos que salvaron el siglo XXI.     

 

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