Editorial del programa Razón de Estado número 275

En estos días, hace un año, tuve el privilegio de aparecer, por primera vez, en las pantallas de NTN24, el Canal de las Américas. Agradezco la confianza y la oportunidad.

En estos días también, cumplo 44 años de lucha y batallas cívicas por los valores de la democracia republicana y la libertad.

Desde esta tribuna que lleva el nombre de Razón de Estado, seguimos comprometidos en decir las cosas que son, las que cuestan, las que duelen, y también las que alivian y entusiasman.    

La libertad de expresión es una libertad determinante para la democracia; por eso, a ningún político improvisado, inculto, probablemente tramposo y deshonesto se le puede permitir ponerla en peligro.

La libertad de expresión debe usarse con fuerza, pero con respeto y distinción.  

En esta era de la desinformación y la mentira se estima que un 67% de los usuarios de internet no distingue una información falsa de una verdadera; por eso, la prensa libre y el periodismo profesional deben ser bastión no pedestal.

Un ciudadano ignorante, desinformado y manipulado es la amenaza más grave que enfrentan la democracia y la libertad.    

Divulgar contenido es fácil. Lo difícil, la tarea imprescindible del verdadero periodismo es informar de los hechos con objetividad, con pensamiento crítico, con independencia.

Informar con honradez intelectual y con los valores liberales que dignifican al ser humano, decir la verdad con rigor y exactitud dejan huella, deben dejar huella; como la poesía del poeta, como el bisturí del cirujano que salva vidas.

Si la mentira es la plaga que más avanza en el mundo, he aprendido este año que NTN24 es ejemplo y testimonio de un periodismo libre, valiente, firme y comprometido con la verdad.

Vivimos tiempos de degradación moral, mediocridad cultural y contaminación criminal en la política y en el Estado.  Por eso, es indispensable rescatar instituciones cívicas y sociales, escuelas y universidades contaminadas de ideas fracasadas y demagogia emocional; por eso, el ciudadano, y en especial las élites, deben volver y decir presente en la vida cívica de sus países; con valor, con firmeza, para defender y promover los valores de la democracia, la justicia y la libertad; como lo hace NTN24 cada día; y como cada día, me siento yo, feliz, orgulloso y agradecido por ser uno del equipo.