363. Dionisio Gutiérrez: Cuando gobiernan la mentira, el crimen y la traición

Agosto 08, 2025
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363. Dionisio Gutiérrez: Cuando gobiernan la mentira, el crimen y la traición

Editorial del programa 363 de Razón de Estado


En la vida de las naciones, hay momentos que pesan más que los años y valen más que los discursos. Momentos en que el destino deja de escribirse en la prensa para grabarse en las urnas. Para Bolivia, golpeada por la corrupción, la ineptitud, el populismo, el autoritarismo y el crimen organizado, las próximas elecciones presidenciales, más que un trámite democrático, son un parteaguas moral.

Durante demasiado tiempo, como en tantas naciones de nuestra América Latina, en Bolivia, el poder ha sido ocupado por quienes confundieron el servicio con el saqueo, la autoridad con el abuso. Han gobernado la mentira, el crimen y la traición. El populismo ha arruinado el presente e hipotecado el futuro.

Pero no todo está perdido. La historia, generosa en ocasiones, abre para Bolivia una oportunidad con un candidato que representa aquello que la política ha olvidado: honorable en su vida pública y privada, capaz en la gestión y en la estrategia, decente en la conducta y en el trato. Jorge “Tuto” Quiroga: boliviano ejemplar, ciudadano presente, estadista respetado en su tierra y en el mundo libre.

Tuto Quiroga ofrece para Bolivia credibilidad, capacidad y honradez, las monedas más escasas en la política actual. Su biografía es intachable y su lealtad está con la ley, con la libertad y con el bien común.

En Bolivia, fatigada por la mentira y la corrupción, Tuto Quiroga en la papeleta electoral es un desafío al cinismo.

Tuto representa la posibilidad real de romper el ciclo vicioso en el que la corrupción engendra más corrupción, la incompetencia produce más miseria y el populismo provoca más división.

Pero cuidado: ningún candidato, por capaz que sea, puede solo. El poder del cambio reside en la voluntad ciudadana. Si los votantes vuelven a escoger por costumbre o por miedo, las viejas cadenas se cerrarán de nuevo.

Se trata de elegir entre seguir presos del pasado o apostar por una reconstrucción basada en la honestidad, la competencia y el respeto a las instituciones. Las próximas elecciones deben devolver al ciudadano la certeza de que el poder puede servir sin corromperse.

Bolivianos: votar es un derecho. Es un acto de responsabilidad. Es el grito silencioso de un pueblo que no quiere volver a ser engañado.

Bolivianos: voten con juicio, coraje y dignidad. Eso, y no otra cosa, es lo que cambia el destino de un país.

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