Editorial del programa Razón de Estado número 259
¿Alguna vez se ha preguntado usted el daño que nos hace vivir en un mentiras, desinformación y traiciones, o la forma brutal en que nos debilita ser políticamente correctos, o sea, no decir la verdad al poder, por miedo o cobardía?
¿Cuestiona usted a los grupos y entidades, cómplices y comparsas, que les hacen la corte a los corruptos poderosos?
¿Cuántas veces, la política, le ha ofrecido el cielo y la tierra pidiendo su voto y ha resultado en una nueva traición?
¿Qué sentido tiene votar por la misma política que por tantos años le ha engañado y ofendido con su corrupción, su incompetencia, sus ofertas vacías, sus mentiras?
Cuando alguien demuestra una necedad desmedida, autoritaria y hasta enferma para alcanzar el poder ¿debe ser motivo de sospecha?
América Latina sufre mucho con políticos así, pero los pueblos están despertando.
Guatemala corre peligro en estos días por la obsesión de una candidata de esas, a quien en 2011, la Corte Constitucional le dijo que no. En 2015 el pueblo dijo: no le toca. En 2019 no le tocó. Y parece que en 2023 tampoco le tocará.
¿Qué ciudadano, en su sano juicio, vota por una propuesta obsoleta, convertida en candidatura oficial, cofundadora de la corrupción, causante de sueños rotos e ilusiones lastimadas?
¿Qué ciudadano, en su sano juicio, vota por la política que lleva dos décadas quebrantando el pasado, corrompiendo el presente y amenazando el futuro de una nación?
El pueblo guatemalteco vive un momento de emergencia; y aunque está curado de espantos, andan por ahí, demasiados diablos sueltos para tan poca agua bendita.
Pero hoy, los ciudadanos saben que tienen una de las armas más poderosas que ofrece la libertad: El Voto.
Las elecciones, cuando son libres, son una oportunidad para cambiar, para renovar, para volver a empezar. Por eso, debemos votar y defender nuestro voto.
Los pueblos libres y valientes son los que enfrentan, denuncian y votan contra el poder delincuente, arbitrario, ambicioso.
Los pueblos libres y victoriosos eligen políticos que respetan derechos y libertades, eligen políticos que honran la democracia republicana y respetan la ley, para que juntos, gobierno y sociedad, construyan un mejor país, en libertad, con solidaridad, con dignidad.
Votar te hace libre. Votar te da derecho a exigir y a reclamar. Votar es la obligación del ciudadano libre.
En esta tribuna, la palabra educada es nuestra espada y la verdad nuestro compromiso.
Damos la cara y firmamos.
Mi nombre es Dionisio Gutiérrez y esto es Razón de Estado.