246. Dionisio Gutiérrez: Las Redes, acercan, pero alejan, construyen, pero destruyen

Mayo 15, 2023
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246. Dionisio Gutiérrez: Las Redes, acercan, pero alejan, construyen, pero destruyen

Editorial del programa Razón de Estado número 246


 

Las Redes Sociales han acercado a millones de seres humanos, han facilitado el diario vivir de muchas maneras y son un éxito indiscutible de la tecnología para beneficio de la humidad; pero también, han separado y enfrentado a personas, familias, sociedades y naciones por la forma irresponsable, oportunista y hasta criminal en que muchos las utilizan.

Vivimos la demolición de la educación y la cultura, vivimos la era del falso relato frente a un público ignorante, desinformado y sumiso a los patrones sociales de hoy. Pocos se atreven a desmentirlo o enfrentarlo pues impera el miedo a la sanción social, a la descalificación y al rechazo.

La desinformación, la mentira, la difamación y el insulto; el Deep fake, la generación falsa de textos, imagen y contenido son inservibles para generar confianza y construir naciones.

Dice un filósofo que la mentira es la primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo.

Los mercenarios de las redes sociales, los mentirosos, los que se dedican a la estafa y la calumnia debilitan y ponen en riesgo la armonía social y la libertad.

Las redes sociales en manos de Estados mafiosos y organizaciones criminales hacen de la política un instrumento peligroso y destructivo, y a los ciudadanos los convierten en entes ingenuos, desinformados y víctimas, que terminan de cómplices pasivos o de proyectiles humanos con gran capacidad de destrucción.

Un ciudadano ignorante, desinformado y manipulado es la amenaza más grave que enfrentan el desarrollo, la democracia y la libertad.

La degradación que ha sufrido la política se debe en gran medida a que las sociedades toman decisiones y actúan en base a datos errados, noticias falsas, intereses económicos o agendas ideológicas.  

Por eso, es indispensable identificar, exponer y denunciar a quienes vulgarizan la noticia y degradan la verdad.

La libertad de expresión conlleva responsabilidad y debe usarse con respeto y distinción. 

En la vida cívica de las naciones son la razón y la sensatez, no la emoción y la pasión, la garantía para defender la paz y la libertad.

Los latinoamericanos tenemos oportunidades extraordinarias para perder tiempo en el conflicto inútil; por eso, para evitar que el falso relato acabe imponiéndose, informémonos con objetividad, diferenciemos la verdad de la mentira y desarrollemos un pensamiento crítico para aprovechar al máximo las virtudes de la era exponencial en la tecnología.

 

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