
Editorial del programa 367 de Razón de Estado
Hay en la vida de las naciones instantes que pesan como siglos; momentos en que el destino ofrece una puerta y, si no se cruza, se condena a generaciones enteras a repetir los mismos errores bajo nuevas máscaras. Para Bolivia, esa hora se acerca. La próxima elección no es una cita cualquiera con las urnas: es una cita con la historia, con la posibilidad real de romper el ciclo de populismo autoritario, corrupción e incompetencia que ha hundido al país en la pobreza material y moral.
Durante años, los bolivianos han visto cómo las promesas políticas se convertían en máquinas de poder personal. Cómo la riqueza natural se derrochaba en clientelismo y corrupción; cómo las instituciones se sometían al capricho de un caudillo que confundió voluntad popular con autocracia. Y, como si fuera poco, ustedes, bolivianos, vieron cómo el crimen organizado se infiltró en la política.
Quienes seguimos de cerca los procesos políticos en América Latina vemos con preocupación cómo siguen apareciendo lobos con piel de oveja en cada elección. Eso son Rodrigo Paz y Lara Montaño: el Evo y el Chávez de Bolivia. Hipócritas astutos. Tiranos disfrazados.
Bolivia tiene hoy la oportunidad de rectificar. Sería un error trágico dejarla pasar. No se perdería un periodo de gobierno más; se podría perder una década, y hasta una generación entera.
Por el bien de América Latina, bolivianos, defiendan su dignidad. No se dejen engañar. En la próxima elección, voten con juicio, coraje y esperanza.
Por el bien de Bolivia, voten por un líder decente y capaz. Díganle NO al populista, al mentiroso, al brabucón, al inútil. Díganles NO a Rodrigo Paz y a Lara Montaño.
Bolivia, esta es tu hora. No la desperdicies. La libertad y el futuro dependen de ti.